El propio nombre lo indica, el suplemento se debe usar para suplementar lo que la dieta no pueda aportar. Cuando se olvida realizar una dieta normal, equilibrada, variada, óptima, y se confía sólo en estas ayudas es cuando aparecen los problemas. De toda la amplia variedad de suplementos dietéticos y ayudas ergogénicas que se ofertan en la actualidad, muchas de ellas tienen confirmados efectos beneficiosos sobre la fuerza, resistencia o rendimiento del deportista, otros no tanto. Además puede que ese beneficio no sea extensible a todos los deportes, situaciones personales, estados nutricionales o entrenamiento previo. ¿Quién debería usarlas? La dosis, el momento o el período en que se ingieren, la intensidad y duración de los entrenamientos o pruebas son determinantes en el uso de dichos productos. Es cierto que algunas ayudan, pero hay que preguntarse si merece la pena el gasto económico que suponen en comparación con el beneficio que aportan .